“La peor soledad es no estar cómodo contigo mismo”, Mark Twain.
La salud mental se define como un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad.
La psiquiatría es una especialidad dentro de la medicina que se ocupa del estudio, el diagnóstico, el tratamiento y la prevención de las enfermedades mentales. A diferencia de la psicología, la psiquiatría tiene la opción de utilizar medicamentos para mejorar las alteraciones mentales diagnosticadas una vez encontradas.
El psiquiatra tiene una formación en medicina y una especialización en trastornos psiquiátricos, su enfoque generalmente es médico y le da más importancia a los aspectos orgánicos de los trastornos mentales. El psiquiatra utiliza principalmente la farmacología (prescripción de fármacos) para mejorar los síntomas incapacitantes de los trastornos psicológicos, sin embargo algunos también realizan intervención con psicoterapia (esto significa que aprenden técnicas de ciertas psicoterapias, sin que sea necesario la obtención de un título universitario)
Usualmente, el psicólogo se encarga del tratamiento psicoterapéutico y el psiquiatra controla la medicación en caso que sea necesario. Es común que ambos profesionales trabajen de la mano en algunos casos como son la depresión mayor, el trastorno bipolar y el trastorno borderline.