
Melatonina y su efecto antidepresivo
Tanto un bajo nivel de melatonina, la hormona que sincroniza nuestro reloj biológico en función del día y la noche, como las alteraciones que sufra ese ritmo circadiano, están relacionados con la depresión y el síndrome afectivo estacional. El tratamiento con melatonina complementa al antidepresivo que las personas que sufren de depresión puedan tomar.
El cambio de la noche al día y viceversa incide en nuestro reloj biológico que, a su vez, envía una señal a la glándula pineal, situada en el cerebro, para que genere melatonina cada 24 horas.
La producción de melatonina empieza a aumentar cuando se inicia la disminución de luz solar y alcanza un pico máximo entre las 2.00 y las 4.00 horas. Es lo que se denomina ritmo circadiano de la melatonina.
Las alteraciones en ese ciclo y un bajo nivel de melatonina son factores comunes a las personas con depresión y síndrome afectivo estacional, sin que signifique que sea la causa directa de estos trastornos.
El uso terapéutico de la melatonina en la depresión es complementario al tratamiento farmacológico antidepresivo.
Sin embargo, en la disminución de melatonina no solo influye la edad (a partir de los 35/40 años), como ocurre con otras hormonas, sino que también incide el consumo de medicamentos del tipo beta-bloqueantes, hipnóticos y ansiolíticos, los que se utilizan para tratar la depresión y que pueden producir insomnio.
Precisamente el tratamiento con melatonina contrarresta el efecto del antidepresivo y de los ansiolíticos, permitiendo mantener unos niveles adecuados para estabilizar el ritmo normal de sueño vigilia. Lo ideal por tanto es añadirle al antidepresivo una cantidad de melatonina porque va a ejercer un efecto sinérgico con los antidepresivos y porque va a mejorar la calidad del sueño de los pacientes que presentan depresión.
En la depresión mayor o endógena, el efecto de la melatonina es muy suave ya que se trata de un proceso mucho más severo, pero en la depresión puntual, causada por una circunstancia concreta, la melatonina tiene un efecto significativo y lo ideal es utilizarla con cualquier otro depresivo menor.
El síndrome de los cambios de humor
El Trastorno Afectivo Estacional (TAE) consiste en cambios de humor relevantes, de depresión a euforia, que se desencadenan en invierno, cuando hay menos horas de luz solar, y mejoran en primavera y verano.
Tristeza, pesimismo, insomnio…son algunas de las manifestaciones típicas de este síndrome que se asocia con una alteración del reloj biológico que, generalmente, se refleja en una demora en la fase de producción de la melatonina.
Estos pacientes tienen retrasado el ritmo de melatonina (si el pico máximo se produce a las 3.00 horas de la madrugada, en los afectados se genera dos o tres horas después), lo que supone que también se demora el resto de ritmos hormonales que están sincronizados con la melatonina, como el del cortisol (que se libera como respuesta al estrés, entre otras).
Así las cosas, si tratamos este trastorno con melatonina para que su pico sea a las 3.00, conseguimos eliminar la sintomatología en estos pacientes.
La buena respuesta al tratamiento con melatonina refleja que la alteración primaria de esta patología se debe a un trastorno de los ritmos circadianos y, como la melatonina es el sincronizador endógeno de los ritmos, podemos utilizarla para restablecer completamente la función normal, así desaparecen esas fases de depresión y manía que tienen estos pacientes.
Otros trastornos psíquicos
También se ha descrito un aumento del nivel de melatonina en trastornos alimenticios como la anorexia o la bulimia. Pero eso no quiere decir que sea el causante, sino que existe una correlación.
Por el contrario, el Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) cursa con niveles más bajos de melatonina y, al ser reforzado con esa hormona, sí hemos conseguido rebajar el componente de ansiedad por el ligero efecto ansiolítico, pero eso no significa que les elimine, ni reduzca el trastorno, sino el estado anímico”